Muchos fumadores creen que vapear es tan malo (o incluso peor) para ellos que los cigarrillos, a menudo debido a la lectura de historias inexactas en los medios de comunicación que se basan en mitos urbanos o mala ciencia.
Vapear no está completamente exento de riesgos, pero la Oficina para Mejoras y Disparidades de la Salud (antes Public Health England) dice que vapear es "al menos un 95% menos dañino que fumar". Esta cifra se ha mantenido sin cambios desde que los datos se publicaron por primera vez en 2015.